NUESTRO LEMA

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ME HICE SIERVA DE TODOS

martes, 18 de enero de 2011

TIEMPO DE GRACIA

A finales del siglo XIX en España y concretamente en Cataluña se ha ido realizando una progresiva industrialización. El país conoce, en un proceso lento pero sin interrupción, los progresos, los problemas y conflictos derivados de una sociedad capitalista e industrial. Las migraciones interiores del campo hacia ciudades industriales, son constantes. Las mujeres se incorporan masivamente a las redes de producción industrial, con la consiguiente modificación de las estructuras sociales y familiares.
Las condiciones en las fábricas son muy malas: fábricas sucias, húmedas, oscuras, poco ventiladas y ruidosas. La industrialización impulsó al trabajo no sólo a los hombres sino también a mujeres y niños de muy corta edad, con jornadas de trabajo de 12 a 14 horas diarias y con salarios más bajos que los de los hombres. Viven, pues, en una situación de verdadera explotación.
En este contexto se funda la Congregación de Siervas del Sagrado Corazón de Jesús. Es el contexto del mundo obrero, el más necesitado en ese momento.
Juan Collell Cuatrecasas, sacerdote de la ciudad y diócesis de Vic, se distinguía entre sus compañeros, desde muy joven, por su vida de piedad, amor al Corazón de Jesús y a María, por su sencillez, humildad y por su sensibilidad social especialmente atento a las angustias y tristezas del mundo obrero de su tiempo, y más particularmente, las jóvenes obreras. Le preocupa y desazona esta inquietud: la atención, educación y formación de las jóvenes obreras. Todavía unas niñas, abandonan el hogar, caminan varias horas para ir al trabajo y se ven envueltas en ambientes corrosivos para los cuales no están preparadas. Y se pregunta: "¿No sería posible reunir a muchas jóvenes y darles trabajo junto con una buena y sólida instrucción religiosa? ¿No sería una obra de la mayor gloria de Dios formar talleres cristianos al frente de los cuales estuvieran religiosas, consagradas a esta obra de caridad?"
Después de mucho meditar, ver los pros y contras de esta idea, realizar un mes de Ejercicios en la Cueva de Manresa, donde San Ignacio escribió el libro de los Ejercicios, con solo 27 años, el 2 de Febrero de 1891 en una sala del Seminario de Vic, inicia la fundación de la "Pequeña obra del Sagrado Corazón", que posteriormente se llamará "Mínima Congregación de Siervas del Sagrado Corazón de Jesús" o "Hermanas de las Obreras".
Las primeras Hermanas Pía Criach Ginestós y Carmen Soler Paracolls, a las que pronto se les unen otras dos jóvenes, viven en un piso alquilado donde cuidan a niñas pequeñas y trabajan por las casas para ganarse el pan. Desde ahí se trasladarán a una casa comprada por el Fundador, a las afueras de la ciudad, donde hoy está ubicada la Casa Madre de la Congregación y el Gobierno General de la misma.
Los comienzos son de extrema pobreza y de gran dificultad, ya que en la ciudad y los sacerdotes "toman a risa" esa obra del Dr. Juan Collell.
En 1895 hubo un intento de fusión de la "Pequeña obra" de Juan Collell con la naciente Congregación de las Trinitarias, fundada por D. Francisco de Asís Méndez Casariego, pero la idea no se llevó a efecto.
Las primeras fundaciones se realizan junto a los centros fabriles de industria textil en Cataluña. Las Hermanas atienden la cocina económica para los obreros, acogen a las jóvenes obreras en su casa en régimen de internado, tienen guardería para los hijos de los obreros y Escuela nocturna para las jóvenes que trabajan en la fábrica.
Desde el principio el Fundador aunque explica en las Constituciones que el fin principal de la Congregación no es la Enseñanza, sin embargo ve la necesidad que tienen los hijos de los obreros de ser atendidos, crea escuelas para ellos.
A la muerte del Fundador en 1921, se han establecido 10 comunidades, todas en Cataluña.
La guerra civil española de 1936-1939 supuso la dispersión de las Hermanas. En 1939 las Hermanas empiezan de nuevo con muchas dificultades, dada la escasez de medios. En este período continúan algunas de las casas junto a las fábricas, atendiendo a las jóvenes obreras y se van abriendo colegios en varios pueblos, ya que hay muchos niños necesitados de formación, siempre teniendo en cuenta la necesidad de atender a los obreros. En 1951 se abre la primera casa fuera de Cataluña. Desde este momento se van abriendo unas y cerrando otras según las necesidades del momento y posibilidades de la Congregación, según nuestro carisma.
En 1966 la Congregación cumple un sueño de su Fundador que éste no pudo realizar, lo que él llamaba Misiones de Ultramar. Abrir una casa en Argentina, concretamente en Santa Rosa (La Pampa).
En la actualidad la Congregación está extendida por España -15 comunidades-, Argentina -tres comunidades-, Uruguay -una comunidad-, Paraguay -una comunidad-, Chile -dos comunidades-, Brasil -una comunidad.
Las obras que realizamos como expresión de nuestra misión están abiertas a las realidades y necesidades del lugar concreto donde nos encontremos, así tenemos por ejemplo en España y Latinoamérica: Casas para acoger a las jóvenes estudiantes y trabajadoras, que vienen de otros lugares en busca de un mejor porvenir, guarderías y jardines infantiles para acoger a los hijos de los obreros, colegios en barrios obreros y de emigración, trabajo pastoral de parroquias, especialmente en promoción de la mujer y formación juvenil. Buscamos que el lugar donde están nuestras obras sea una zona obrera, de escasos recursos, es decir, un ambiente humilde, sencillo, de gente que se gana el pan con mucho esfuerzo.